La profesión de la Contaduría Pública, al igual que todas las profesiones en México,
se ejerce mediante la obtención
de una licencia o patente del ejercicio profesional que otorga la Dirección General
de Profesiones, dependiente de
la Secretaría de Educación Pública, a aquellas personas que han acreditado el
cumplimiento de los requisitos
señalados para ello.
El proceso de Certificación en México entró en vigor a partir del 1º de mayo de 1998,
con la aparición del Reglamento
para la Certificación Profesional de los Contadores Públicos. Este proceso tiene por
objeto, en primer término,
acreditar la calidad profesional, ante personas y organizaciones públicas o
privadas, del Contador Público que posee
los conocimientos técnico administrativos suficientes y la experiencia necesaria,
para desarrollar con eficiencia
las actividades propias de su profesión.
En segunda instancia, el propósito que atañe a la Certificación se encuentra inmerso
en el concepto de la
globalización, que significa competencia, dentro y fuera del país y, por ende,
búsqueda constante de calidad y
productividad como elementos indispensables para mantenerse vigentes en el campo
profesional, nacional e
internacional. De esta manera se logrará establecer las bases de reciprocidad para
el ejercicio profesional entre
los países con los que se han celebrado tratados comerciales internacionales.
Para obtener la certificación, los Contadores Públicos deberán presentar la solicitud
correspondiente y cumplir
con
los requisitos establecidos en el Reglamento relativo, así como presentar el Examen
Uniforme de Certificación,
el
cual fue elaborado por el Instituto Mexicano de Contadores Públicos, con la
participación de destacados
profesionales de la Contaduría Pública, en sus respectivos campos de
especialización.